martes, 16 de noviembre de 2010

Propatria y su Metro

Propatria. Viví en esa populosa zona de la ciudad de Caracas por más de treinta años. Visito con frecuencia a la familia y a los amigos y hermanos de la vida que siguen allí. Un lugar lleno de tan irregular topografía, de tan fascinantes contrastes, de tanta fragilidad. Impresionan las vistas que se tienen de la ciudad desde los barrios altos que se levantan temprano todos los días para salir a bregar duro, bajando por esas escaleras todas las cuales conducen al Metro. Esa boca que desde el año 1983 aprendió a tragar y a escupir gente a toda hora. Ese espacio que se convirtió en epicentro rodeado de comercios, de líneas de camioneticas y jeeps. Un lugar en el que la gente anda a la espera de que algo llegue. Mi gente.

Tres comentarios aparte merece el tratamiento que ha dado el pseudogobierno a las acciones de protesta ocurridas la semana pasada en la estación del Metro de Propatria, acá en Caracas.
Primero, llama la atención esa eficiencia con la cual actuaron las fuerzas de seguridad para aplacar y detener a la gente que decidió no soportar más el maltrato cotidiano. Supongo que los estrategas que están en las mesas situacionales saben perfectamente que fue así, de forma espontánea como realmente ocurrieron los hechos del 27F en 1989. Cualquier foco espontáneo debe ser apagado de forma ejemplar. No saben cómo podría desencadenarse una versión espontánea de ese fatídico lunes de febrero, ante la arrechera que cada día sube y sube más. Se cae la distorsión de esa historia que supone que ya la supuesta revolución había nacido allí, en esa protesta inicialmente amorfa que terminó en el caos que ya conocemos y de la cual nadie pudo atribuirse responsabilidad. Ellos lo saben y por eso las detenciones “humanas”de las Policía Nacional.
Segundo, estamos ante las consecuencias de una interpretación menos que chaborra con relación al concepto de precio. La menoscabada inteligencia de los funcionarios de este gobiernucho, interpretan las relaciones económicas con esa versión según la cual lo clave es mantener los precios bajos. De allí que el precio nominal del servicio del Metro no se sube en años (como no suben los precios de la gasolina, de la harina precocida, de los estacionamientos, de la leche, la carne y pare de contar). Consecuencias? Un servicio menos que decadente, que no tiene como pagar siquiera los costos de mantenimiento de las escaleras mecánicas. Y la pregunta consecuente. Acaso esta no es otra manera de pagar un precio real tremendamente caro? Es que esperar cuarenta minutos por un vagón no es una manera de clavarle un sobreprecio al usuario? El deterioro no es también un sobrecosto? Estoy seguro que si hacemos una consulta popular, la gente estaría de acuerdo en pagar más por un servicio que sirva, que llegue a tiempo, que le funcionen sus aires acondicionados, las escaleras mecánicas, sea seguro y esté limpio. Es decir, que se parezca al Metro de la IV República.
Tercero, aparecieron los Círculos de Defensa de la Revolución. Este ha sido un dato que apenas si se asomó en los medios y creo que lo estamos dejando de lado, precisamente por el pavor que su sola mención nos deja. Así fue, los primeros en llegar fueron unos sujetos vestidos de civil quienes en el mejor ejercicio de las prácticas conocidas en Cuba, arremetieron contra humildes ciudadanos que simplemente decidieron tomar acciones para dejar escuchar su voz ante el atropello de todos los días. Operaron como la brigada de choque. Sacaron a las personas del tren, ejercieron la violencia con armas de fuego y a la fuerza procedieron. Para pensarlo, para contarlo, como lo cuentan quienes lo vieron.
Solo queda esperar ese malestar subterráneo y seguir el ejemplo que Porpatria dio.

domingo, 17 de octubre de 2010

El efecto Vaselina


Dedico estas líneas al sutil efecto que tienen los pronunciamientos hechos recientemente por altos funcionarios gubernamentales con relación al propósito del gobierno en ejercer en nombre del pueblo, la apropiación de aquellos aparatos productivos responsables de la fabricación de alimentos. Lo primero que voy a referir es la poca atención con la cual estos anuncios han sido realizados, amén de que estemos aún eclipsados por el rescate de los mineros chilenos, el inicio de la temporada del béisbol profesional o la declaratoria del amor por personas del mismo sexo de algún cantante pop que no da pie con bola en la venta de su último album.

Creo que estamos además ante la evidencia empírica de una de las tesis del efecto vaselina que tienen las palabras y quien mejor lo ha descrito (obviamente con otra denominación), ha sido Alex Grijelmo en La seducción de las palabras (2000). Lo que sugieren las reacciones de la opinión pública es que estos pronunciamientos han tenido un tono menos amenazante y más del tipo “anticipatorio”. Parece una sutileza pero tiene un impacto poderoso en la relación víctima-victimario. Los ministros, el vicepresidente no han dicho vamos a expropiar a Polar, a Cargill o a cualquier otra empresa que forme parte de los grandes productores de alimentos. Han dejado comentarios, hipótesis de cómo debería ser la cosa, ideas de lo que debe hacer un gobierno que piense en el pueblo. Todo ha sonado menos violento, casi amistoso. Tan amistoso ha sido que ya hay quienes en su discurso lo incorporan como un hecho dado, mas cercano. Resignados.

Esto me recuerda mi más reciente contacto con el hampa en la ciudad de Caracas. Me tomaba un cafecito en mi panadería preferida de San Bernardino, se estacionan dos jóvenes que vienen en una moto, el parrillero se pasea por cada una de las mesas, viene a la mía y simplemente me dice: “el teléfono, pana”. Casi una sutil solicitud de algo que ya le pertenecía desde que mostraba la cacha de la Glock.

Difícil catalogar esto de robo, por favor. Si ya los choros siquiera pronuncian la palabra. Tanto como cuando los líderes de este gobiernito, secuestran, extorsionan y roban las propiedades a sus dueños y no pasa nada, pues te agarraron limpiecito y embadurnado de vaselina…

domingo, 3 de octubre de 2010

Las cuentas que no dan, efecto miedo y falta de helados

Yo sé que 98 diputados son más que 65. Pero también me queda claro que 52% es menos que 48%. Es como un punto de inflexión que este gobierno asume como esas familias que tienen un hijo en drogas, pero se hace la pendeja: aquí no pasa nada, así son los chamos adolescente, ya dejará esa vaina.
A decir verdad mi desconfianza en el pueblo, en la gente que depende del estado o que simplemente se ha dejado embelezar por las promesas de la igualdad como estado sumo de la felicidad; superaban cualquier posibilidad. En distintos espacios he manifestado mi profunda desconfianza por un país que no ha logrado vincular esfuerzo y logro. Que cree que la suerte está o no está. Que somos azar. Y lo cierto es que la masa me acaba de dejar, a Dios gracias, sin razón.
Es verdad, la diferencia no es abrumadora. Cuando te metes en mesas claves de la Parroquia Sucre en Caracas y ves que Iván Olivares pierde con Aristóbulo en el Juan de Guruceaga o en La Cardenal Quintero; lugares que vieron crecer a Seferino del Caracas Fútbol Club o a otras tantas figuras deportivas venidas de abajo a punta de sacrificio, te das cuenta que este sistema ha roto el imaginario de la superación a través del esfuerzo. De cada tres votos, en estas mesas dos fueron para el PSUV. Dónde sigue la esperanza de la gente de Catia? Dónde está la dignidad para que al menos cuando terminas marcando ese voto no se dibuje en la cara esa expresión de pendejo que se traiciona el futuro?
Pero hubo quienes se atrevieron, que lo vieron clarito y que superaron el miedo. Saben que no será posible rastrear el origen del voto. Mucho chavista tiene validez aparente y como todos visten de rojo y pueden gritar la consigna que pida la tarima, pues no hay problema. Para muestra un Petare, lugar donde el PSUV quedó muy confundido, porque las lavadoras, cocinas y colchones no sirvieron de mucho. La gente ha dejado de tener miedo y esto es clave para fortalecer el mecanismo del voto, único bastión que nos queda como acto secular de esta democracia endeble.
El miedo. Esa emoción que paraliza y que la gran mayoría de las veces se sustenta en la sinrazón. Cómo es que miles de judíos se dejaron exterminar por un número que en proporción equivalía a no más del 10% de las víctimas? Cómo es que en una comunidad de miles de personas cuatro o cinco azotes pueden dejar paralizada una barriada? Cómo es que un país se aterra cuando un presidente pendejo que pretende grabar una especie de “The Truman Show”, hace un anuncio cualquiera?
Pues parece ser simple: el miedo es una emoción individual que se contagia, paraliza y genera silencios socializados que la retroalimentan. Es una emoción que protege a la especie y el silencio genera protección. Cuando la gente comienza a hablar de las razones de su miedo, generalmente aparecen también las magnificaciones ante el estímulo disparador de la emoción, se bajan los tonos y casi siempre pasamos a activar otras acciones que permiten inhibir o controlar la situación. En el caso del voto, hubo la convicción de que ir contra el gobierno no generaría ningún efecto en cada individuo que optó por esta acción. Sólo unos resultados anónimos, que como hemos visto en las últimas declaraciones de los líderes del régimen, sí que les ha quitado el sueño.
Si esto es así, pasando a otra situación, cómo es que unos veinte trabajadores de Planta EFE, una planta de helados en Caracas con más de 80 años, puedan detener la producción con los más absurdos argumentos, sobrepasando por encima de otros quinientos? Cómo será esta semana para la gran mayoría de trabajadores que se quedó sin cobrar esta semana y que tienen que enviar a la escuela a sus hijos? Cómo es que porducto de unas demandas a todas luces ilegales e irracionales, cada noche que pasa tengamos que acostarnos con la angustia de no saber cómo andará el futuro?
Pero de nuevo, ocurre y hay que decirlo, aparecen unas instituciones del gobierno para las cuales su lógica es que 48 es más que 52. Y en esa lógica, por ejemplo, una convención colectiva que en el primer aumento le da a sus trabajadores 38% de incremento sobre salario base, pasa el valor del cheque alimentación de 300 a 800 Bs y sube la prima de cobertura de 10 a 20 mil; todo esto se traduce en una desmejora. Más aún, esa posición la asume una organización como el Ministerio del Trabajo, convirtiéndose en beligerante en un acuerdo al cual llegaron previamente patrono y trabajadores (estos últimos en aprobación mayoritaria de asamblea).
La situación es algo así como esto. Imagínese que Ud va a una notaría a vender su casa y ya con el monto acordado y parte del mismo entregado, el notario salga a conversar a parte con el comprador y le diga algo así como: “mire Ud, no debería llevar a cabo este negocio. No le conviene, creo que le están vendiendo esa casa muy cara. Debería pedir que le bajen el precio. Si no lo logra, no les firmo el documento”. Esa es la dimensión de la locura institucional ante la cual nos encontramos. Por lo pronto, nos quedaremos sin producto, toda la cadena comericial afectada, mucha gente con dificultades para dormir, hasta que el miedo sea transformado en otra cosa…

domingo, 15 de agosto de 2010

Mudado...


Mi última entrada me devolvió a alguien de Twitter diciendo: Compañero, pare de sufrir: ¿por qué no te mudas si estás tan cansado de todo esto, del país?
Y le hice caso. Eso explica mi desaparición de estos espacios siderales. Estaba dedicado a lo doméstico que significa una mudanza en la ciudad de Caracas. Estuve construyendo un refugio para apertrecharme, domesticarme y entender que vivimos en una ciudad en la que si estás en la calle más allá de las 11 pm te conviertes en un ser bajo riesgo. Conducir angustia, caminar por las calles angustia. Ya tenemos identificados los puentes, las avenidas más peligrosas, los horarios de este toque de queda sin horario. La solución: por lo pronto Directv, mucha música, libros para leer, escribir, aprender de cocina para generar ahorros y mucha conversa con los amigos de siempre.
Amén de todo este preámbulo, mudarse es también una prueba para el cuerpo en los nuevos espacios. Te golpeas con lo poco que tienes, te obligas a reeducarte en estos nuevos ambientes. A buscar nuevas relaciones con los vecinos más recientes. Es necesario mudarse para poner a prueba esa plasticidad humana. Pero a diferencia de lo que me recomendaba el amigo del Twitter, no me fui del país. Seguro estoy que son otros los que deben irse antes (que no son además la gente buena y talentosa que no soportó el ex - país). Muchos son los que ya no viven acá y te das cuenta por sus declaraciones en prensa o en algún canal de noticias extranjero. Esos panas, sí que deberían mudarse, pero bien lejos.

martes, 8 de junio de 2010

Espectadores

Hasta hoy lunes 7 de junio de 2010 se registraban 11 muertes violentas contadas hasta el sábado pasado. Posiblemente lleguemos a 20, según se espera de esta esperanza matemática de los últimos años. De esas muertes, quiero comentar una en especial.
Me crié en un barrio del oeste de la capital. Durante mi infancia y adolescencia hice grandes amigos. Esos amigos de tan especial época de nuestra vida que nunca se olvidan. De ellos, recuerdo a dos hermanos en particular. Con el menor hicimos especial camaradería. Compartimos el gusto por la música estridente de Barón Rojo o la de letras “profundas” como las de Sentimiento Muerto. También compartimos las primeras borracheras juveniles, las amanecidas en la calle, los ataques como manadas a las vecinas más guapas de ese barrio sabroso.
Ayer domingo me llamó un compadre para anunciarme una noticia trágica: ese amigo había matado a su hermano mayor a punta de golpes, en plena calle, a la luz del día y ante los ojos atónitos de todos. Lo primero que hice fue preguntarle a mi informante: “Coño, y qué hizo la gente? Por qué no los separaron? Estaba armado?”. La respuesta transparente de mi humilde compadre, también parte de aquella cofradía de otrora: “Pues nada, compadre, lo que hicimos fue ver y llevar al hermano al hospital donde se nos murió el hombre. No estaba armado, fue a patada y coñazos”.
Qué desconcierto! Pero qué dura verdad: la gente anda viendo. Y puedo afirmar sin caer en el cliché de que el tiempo pasado siempre fue mejor, pero esto no pasaba antes en el país. La gente no hacía de esta decadencia este espectáculo horrendo donde es preferible quedarse viendo hasta ver a un prójimo morir.
No creo en el pueblo. El pueblo es un “mirón de palo” que se quedó como si nada es con él. La atomización, la fragmentación y las separaciones reales o aparentes; nos ha desmovilizado en todos los ámbitos. Puede un pueblo así defender un canal de televisión como RCTV, defender su comida, sus puestos de trabajo; o algo más abstracto como “sus marcas de preferencia” o esa cosa llamada democracia?

domingo, 9 de mayo de 2010

El pajarito de Twitter tampoco está preñado

La más relevante cadena de acontecimientos para el ejercicio de la política y la gestión de gobierno en Venezuela esta semana: el presi tiene un BB, abrió una cuenta de Twitter y ha roto el récord de seguidores en Venezuela.
Otra “picada”, por decir lo menos, pero también un síntoma de la pérdida de conexión entre el líder y los seguidores. Otra información escandalosa: se contratan a 200 funcionarios para que gestionen la cuenta del presi, en vista de que se ha rebozado la capacidad de respuesta.
Qué podría estar recibiendo esa cuenta de la gente? Se acuerdan del famoso cuarto lleno de papelitos? Nada más revelador de que el aparato burocrático del estado, incrementado sin precedentes en los últimos años, poco es lo que tiene en capacidad de respuestas para la gente y sus problemas. En ese contexto, el que crea que enviando un mensaje de 140 caracteres a la famosa cuenta podrá dar por resueltos sus problemas; mejor que se los envíe al niño Jesús o que los ponga en una botellita y lance su petición al mar.
De nuevo, se crea la ilusión de que el líder puede tocarte, recibir tu mensaje y responderte. Pero su ineficiencia, las contradicciones profundas de la gestión, la falta de resultados tangibles, la revolución que sólo entienden y viven unos pocos; el presi ni siquiera soporta la exposición breve a tres preguntas hechas por una periodista venezolana sin nada de malicia. Le molestaron, le incomodaron, más de lo que le puedan incomodar los ofensivos mensajes de tantos de los que están reventando esa cuenta. Prefiere el periodismo complaciente, ante lo cual no cabe sino recomendarle que si es esto lo que quiere, sería mejor que le compren un consolador.
Finalmente, no puedo dejar esta nota sin mencionar la tragedia de nuestros compañeros de Empresas Polar en Barquisimeto y que como resultado de una “picada”, están a punto de perder sus puestos de trabajo. Más de mil familias que en este momento están en vilo. Cómo puedes dormir tranquilo con esa decisión en la mano, presi? Los inductores de sueño también fallan.
Lo dijo un compañero sindicalista de Pepsi: “en Empresas Polar el trabajador que menos gana, gana más que un maestro, que un médico”. Es una comparación dolorosa, pero es la comparación que deja al régimen sin respuesta para explicar su política hambreadora para el país. Empresas como Polar ponen en evidencia que el trabajo eficiente, constante, sustentable, de calidad, honrado, inteligente; sí es posible cuando se quiere. Que cuando a la gente se le trata con respeto y dignidad, dan lo mejor de sí, consiguiendo resultados sustentables en el tiempo y que nos llenan de orgullo dentro y fuera de las paredes de la empresa. Todo lo anterior es la antítesis de lo que pregona el régimen y de allí que estemos en constante amenaza.
Esta es la lucha de Santos Luzardo contra Doña Bárbara. De una concepción de mundo, del hombre, del trabajo, de la sociedad, de la política, de la libertad. Es más que una cuenta de Twitter, porque el pajarito tampoco está preñado.

sábado, 24 de abril de 2010

Hipótesis delincuenciales

La delincuencia que padecemos todos los días, como fenómeno particularmente complejo, no merece una respuesta única, no se encuentra en un solo responsable. Siguiendo entonces el método, que nos da orden, he preferido optar por elaborar hipótesis de explicación, lo que sin dudas resulta más escurridizo, pero también puede servir para ver las distintas lentes de un fenómeno tan complejo.

Hipótesis 1: Se nos vino la violencia del hermano país de Colombia.

Similar a lo que ocurre en las propiedades horizontales cuando un vecino fumiga; las chiripas, cucarachas y roedores se desplazan a las viviendas aledañas. No se puede negar en ese sentido el esfuerzo que ha hecho Colombia por erradicar de manera frontal a la guerrilla, el narcotráfico y el hampa común en general. La transformación de ciudades como Bogotá, Medellín fue el resultado de un conjunto de políticas públicas, de acuerdos nacionales y de reformas judiciales que decididamente adoptaron los colombianos para frenar uno de los problemas que más afectaba la calidad de sus conciudadanos. Pero qué ocurrió con los actores y organizaciones criminales? Desparecieron? Buena parte de sus líderes fueron extraditados a Estados Unidos, otros eliminados. Pero en general, el aparato que trabajó en estas organizaciones debió desplazarse a otras zonas de operación y una de ellas fue claramente Venezuela. Aquí se vinieron actores y prácticas. Con la dificultad adicional de que se encontraron con un país subsumido en una institucionalidad más debilitada y con la división política y social más severa de los últimos cincuenta años, lo que a su vez impidió que los distintos actores pudiésemos ponernos de acuerdo en la comprensión y en la táctica para resolver un problema tan complejo. Nos agarraron desnudos y la fiesta está encendida.

Hipótesis 2: En Venezuela “el crimen sí paga”.

El viejo principio de los incentivos sirve de primer criterio para apoyar la hipótesis: si el costo de cometer un acto criminal (más aún, la probabilidad de que el costo efectivamente se dé), es menor que lo obtenido por llevar a cabo dicho acto; entonces los actos criminales incrementarán su probabilidad de ocurrencia. Esto tiene demostraciones como esta: en muchos casos el criminal mata sin aparente razón. Llegan, roban a una persona, esta entrega sus pertenencias, igual la matan. Otro: la matan y no se llevan las pertenencias. Ya se mata para ganar cartel, como se dice en los barrios. Sí, es como un sistema de puntos y más recientemente el premio mayor es asesinar a nuestros funcionarios policiales y despojarlos de sus armas de reglamento. Casi un deporte. Pero entonces, lo que está detrás de todo esto es una anomalía social desquiciada, que no soporta una relación entre lo que materialmente se obtiene de un hecho criminal, delincuencial versus las penas potenciales. Mas datos: un Secuestro Express a un ciudadano que viva en un barrio puede generar hasta 10 mil Bs en 48 horas. Recuerdo una misa en la que estuve hace unos ocho meses en la iglesia de la Sagrada Familia en Propatria, Catia, y entre las peticiones que se hicieron, estaban la de dos muchachos secuestrados en uno de los barrios de la zona para que no les pasara nada. Qué decir para personas clase media – baja, media – media? En estos casos, una secuestro en 48 horas puede producir entre los 100 mil y 500 mil Bs. Dime si dan con un personaje enchufado al sistema y que como muchos sospechan, se mueven sólo en efectivo? Los cuentos no pararían, porque seguramente todos saben de un cuento, de vacunas, extorsiones por mascotas, por protección forzada, armamentismo. Detrás de esto, falta de actuación decidida del Estado, instituciones desarticuladas y confundidas en su comprensión afrancesada de la delincuencia. Y mucho billete.

Hipótesis 3: Un gobierno que confunde

Algunos analistas sostienen la idea de que el silencio del gobierno ante la delincuencia se debe al hecho de que le resta popularidad y que por esta razón es un tema tabú. Esa me cuesta digerirla. Y lo digo porque en los procesos electorales que se debió hacer uso del tema para ponerlo en la agenda, se hizo. Sí, dirán Uds. A través de operativos que se confunden con políticas –en el mejor estilo militarista, como si el país es el patio de honor de la Academia Militar-, o con los llamados procesos PC’s que he comentado en otra oportunidad. Y lo cierto es que nada ha dado resultado, como sí ocurrió con el gobierno de Uribe, por ejemplo, que le llevó a una segunda reelección y casi lo monta una tercera. Entonces el tema no es la conveniencia electoral. Recuerdo un viejo amigo del MIR que simpatizó con el gobierno hasta hace un par de años, cuando me confesaba que este, no podía ser un proceso revolucionario si el tema de la criminalidad no estaba en la agenda de un camarada que con dos dedos de frente asumiera su rol transformador y se identificar con los carmas verdaderos del pueblo. De allí mi propuesta de que en más de una mente de ese liderazgo actual, debe estar la idea de que el aparato delincuencial opere como el encargado de “reprimir”, atemorizar, mantener a raya; a buena parte de la población que no cuenta con vehículo blindado, guardaespaldas, casetas de vigilancia. Y buena parte de esa gente, es precisamente la masa intermedia, la clase trabajadora que tiene la aspiración y potencial de mejorar, cosa adversa a los principios y ética que el proceso político actual exige. Son también buena parte de esta gente, la que se nos va del país, no porque los persiga el SEBIN (anterior Disip), sino porque fueron víctimas cercanas o directas del crimen desatado. Podemos pensar también que cuando un líder le da legitimidad al acto delictivo, bajo la justificación de que lo hace para dar de comer a su familia, en esta misma medida expone su fracaso y eleva a la “n” el problema, lo que alguna ventaja le trae para mantenerse en el poder. La más clara: opera como su aparato represor.

Hipótesis 4: Familia y Petrodólares

Sí, el delincuente suele provenir de una familia poco estructurada, que no es capaz de ser contenido con valores de trabajo, rectitud, la cosa bien habida. Y esta ha sido una de tantas explicaciones que autoridades de distintas instituciones han puesto en la mesa. Pero digo yo, nuestro conciudadano promedio, acaso no tiene en mente que nació en un país rico y que por lo tanto al nacer “ya tiene la arepa debajo del brazo”? Digamos, nuestros compatriotas promedio, no vienen enjuagados en la idea de que esa entelequia llamada oligarquía les quitó la oportunidad de una vida más placentera? De lo que se trata es de capturar, recuperar esa riqueza perdida y cuando el propio gobierno que pregona estas ideas, precisa que no tiene nada que repartir, entonces va por lo de otros. Y eso, visto en una escala, por ejemplo, de gobierno arremetiendo contra la propiedad de otro, queda calcado en la acción cotidiana de quien se te acerca en cualquier esquina y de manera firme, pero violenta, te dice que le des tus pertenencias. La lógica de principios gobierno – familia es la misma.

domingo, 4 de abril de 2010

Los límites del juego democrático

En Mayo de 1994 Carlos Andrés Pérez era enjuicido por peculado de uso. Fueron 17,2 millones de dólares los que había dispuesto de la partida secreta para apoyar a Violeta de Chamorro en Nicaragua. Pero ese acontecimiento era la síntesis de algo más. Suponía hacer un alto en un país que venía descomponiéndose rápidamente, por lo que se demostraba que las instituciones democráticas sí funcionaban. “Ha salido el hombre”, nos dijo el alto funcionario de la Guardia Nacional a los estudiantes que estábamos a las afueras del congreso pidiendo el antejuicio de mérito de CAP. Y los gritos de algarabía no se hicieron esperar.

El juicio a CAP también significaba la reivindicación de las intentonas golpistas del 92, significó dar la razón a toda la campaña muy bien respaldada por los medios de comunicación que atacaron a toda la dirigencia política de entonces. Sí señor. No nos caigamos a coba: El Sr. Otero, la gente de Venevisión. Bueno, hasta Marcel Granier quiso ser presidente del país.

Ojo, yo no quiero decir que CAP era inocente –sin que al decir lo propio de la razones por las cuales se le condena, sepamos que su enjuiciamiento nos suenan a juego de niños ante los desvíos presupuestarios personalísimos de nuestro presidente hoy-, pero tampoco podemos esquivar la responsabilidad de quienes al orquestar el cruento ataque a las instituciones políticas de otrora, abrieran la posibilidad del ex – país (término usado por mi profesor Agustín Blanco Muñoz) en el cual vivimos hoy.

Y a cuenta de qué este recuento? Bueno, porque me parece oportuno dar respuesta a los “analistas” de nuestros días, que vienen jugando a la de que, así como en aquella oportunidad, pudimos salir de un gobierno tan peorro como el de CAP –que no lo era-; entonces, por la vía del voto saldremos de este otro y por supuesto, todo comenzará por la Asamblea Nacional, así sea con unos cuantos curules. Pues mi visión es menos optimista: no he conocido un proceso revolucionario, que salga a punta de votos. A decir verdad, y este es el enredo en el que nos encontramos, no había conocido una revolución que llegara por los votos, un jaraquiri político, pues. Y claro que tenemos que jugar al voto y a los procesos democráticos, pero dudo mucho que tanta institucionalidad nos permita salir de esta época oscura en la que nos encontramos. Y eso hay que decirlo a la gente, porque es políticamente responsable y nos mantiene activos ante las posibles salidas in extremis que haya que asumir en el futuro. Hablar claro también conjura las depresiones posteriores, cuando la gente vea que no se consiguió todo lo que su imaginario suponía, porque estamos frente a una revolución, que no ante un gobierno de turno, chico.

Pero especulemos un poco más. Supongamos que sí sea el voto el que nos saque del atolladero de la Revolución Turra. Y entonces logramos los suficientes curules en la Asamblea como para que el presi tenga que pedir permiso cada vez que salga del país, o que apruebe recursos a lo loquito en cada gira que hace por los pueblos indígenas.

Más aun, supongamos que un gallo nuestro gana en el 2012 y comienza una nueva página en la historia. Qué hacemos con los militares que hoy mandan en todos lados? O es que nos creemos es de que estos señores van a obedecer cuando se les diga que tienen que volver a los cuarteles, como cuando en los recreos suena el timbre y la maestra dice: “niños, a formación para entrar al salón”? Quién se cree ese cuentico?

Cómo desmontas el país elevado a la “n” en corrupción? Cómo desmontar las mafias enquistadas en todo el aparataje del estado? Cómo desilusionar al funcionariado egresado del modelo educativo versión “spray”? Cómo le haces a la neoburguesía bolivariana?

Del otro lado, cómo detenemos la falsa ilusión que ha creado la Revolución según la cual el pueblo hoy decide y en el traspaso de las decisiones a través de los Consejos Comunales, de si por ejemplo van las escaleras o las tuberías de aguas negras; eso te hace un ciudadano políticamente más activo y responsable? En paralelo, Chávez se vuela toda la Institucionalidad que regula las relaciones de una sociedad, quedando él y el pueblo. Cómo volver a las regularidades, esas que dan garantía lógica donde si a, entonces b?. Si robaste vas preso; si estudias y te destacas te debe ir mejor; si trabajas con ahínco puedes superarte, si te comes la luz te sale multa; si pagas tu seguro social te sale tu pensión de vejez decente; y miles de cosas más que encierran un si a, entonces b.

Ven que no está fácil? Pero esos dilemas hay que ponerlos sobre el tapete, porque son en el fondo las respuestas al plan B, para cuando el voto y la eficiencia de estas instituciones democráticas no nos sean suficientes; como no lo han sido para Ledezma o para Pérez, Pérez Vivas, quise decir.

domingo, 7 de marzo de 2010

La vida de "los solos"

Quiero poner mi zoom a ese grupo de personas a quienes llamo acá “los solos”. La vida de estos tiempos se teje como un marasmo de nuevas relaciones, de nuevos grupos y nuevos individuos quienes operan con patrones de comportamiento poco conocidos y que nos exige reelaborar nuestros marcos de comprensión.

Viven entre nosotros y como los santeros se multiplican. Son esos amigos que por convicción han decidido quedarse solos en la vida. No viven aislados, no son sexualmente neutrales -de hecho, muchos podrían ser muy activos en esta dimensión-, pero evitan las invasiones de su vida privada, construida y vivida entre grandes murallas. Ya los identificaron? Avancemos.

Hay dos extremos en este continuo. De un lado, están los solos que disfrutan de excelentes ingresos provenientes de sus carreras o negocios exitosos. Aquí el comportamiento más notorio está en el grupo de las féminas quienes en los últimos 20 años ha logrado un avance sin precedentes en su posicionamiento social y profesional. Ya no es un tema del cual siquiera se habla, pero sin dudas son muchos los estudios de la OIT, que señalan la incorporación notoria de la mujer en condiciones de más igualdad en el ámbito laboral. De la misma manera crece, la tasa de mujeres que optaron por estar solas como forma de vida. Y ojo, no hablamos acá de mujeres que activamente buscan pareja aún estando solas. Me refiero al grupo que conocemos y que entre otras cosas, están dispuestas a asumir la maternidad solas, sin que esto sea un tabú, por ejemplo.

Pero en hombres y mujeres ocurre un sentimiento que les iguala en esta categoría: no están dispuestos a negociar su estatus, sus condiciones de vida, las decisiones más o menos trascendentales: dónde vivir, a dónde viajar, qué comer, a cuáles diversiones acudir, dónde colocar la TV, qué estudiar, qué hacer con el tiempo libre y pare de contar. Los de este extremo son de un carácter más narciso, sin dudas, pero también son los que están disfrutando su renta hoy, rompiendo con una cronología de vida que se imponía socialmente.

El otro extremo. Son los solos en su fracaso, de rentas bajas, temerosos de que en el intercambio propio de la relación con el otro aparezcan los puntos flacos, lo no logrado, la falta, el loop de la vida que no avanza. Pueden aparecer también discursos justificantes que hagan alarde del desinterés por las relaciones duraderas, la reproducción de la especie que ya se ha logrado en otras latitudes o en las barriadas caraqueñas en las que “la gente pare como acures”. Pero no es otra cosa que el miedo a asumir un riesgo que impone normas y energías en lugares que ya conocemos están tan completamente cuestionados como “el amor para toda la vida”, “la confianza eterna” y “la familia, célula fundamental de la sociedad”.

Entre los extremos, gravitan las otras especies de “solos” que tal vez esperan un golpe de suerte para salir de esta condición, viendo cómo los amigos caen ante la agenda de la constitución familiar, la trascendencia a través de los hijos, el ser asimilados por otras familias que se suman una vez que se está en pareja. Son esos panas que ya no saben dónde poner un recuerdo de boda o del nacimiento de los carricitos de los amigos. Que se van alejando cuando sus coetáneos ahora sólo invitan a los Baby Shower.

También son muchos “los solos” caídos en batalla y expulsados de sus propias salas de experimento pero que decretan no repetir. Y no lo hacen. Tú allá, yo aquí, y a lo que vinimos!!!

Puede ser tragedia o la descripción de una tendencia pasajera. Pero lo cierto es que “los solos” se multiplican.

lunes, 15 de febrero de 2010

Chávez: un gobierno que gestiona con PC's

En los poblados y las barriadas más populosas del país, no ha faltado ver una escena en la que en una caimana de pelotita de goma, el dueño de la pelota haya decidido irse sin aviso y dejar a los jugadores en la calle entendiendo. Este mismo acto tiene una variante, cuando por ejemplo algún miembro de equipo decide hacer una jugada salida de libreto y casi siempre desembocada en un error burdo.

La explicación que la epistemología del sentido común ha encontrado a tales actos raros no ha sido menos clara y gráfica: “a ese le picó el culo”. Y esa es precisamente la explicación que uno muchas veces le consigue al mandatario que tenemos hoy. Ese señor es un peligro cada vez que sale por las calles y recorre el país, porque baste que camine unos metros, para que en la tarima que le espera se haga un decreto derivado de su interpretación inmediatista sobre las cosas que ve a su alrededor. Exprópiese! Iniciemos la Misión Imposible! Vamos a crear un fondo sin fondo! Se me ocurrió la empresa mixta de queso amarillo y carne mechada a la cual llamaremos La Pelúa!

Hace algún tiempo tuve la impresión que todo estaba orquestado y que esas supuestas sorpresitas con las que nos salía el presi, eran parte de un acto harto ensayado y que hasta los afectados ya estaban al aviso de que les vendría la expropiación o la declaratoria del premio gordo. Pero cada vez más recopilo evidencias de que esto no ocurre de tal manera. Creo que este es un verdadero gobierno que se gestiona por las PC’s (Picadas de Culo) de nuestro mandatario y que ha encontrado en esta forma de gestión un goce extraordinario, toda vez que le demuestra al país de dónde nacen sus decisiones y cuál es la inspiración para llevar al país a ese derrotero que todos sabemos.

Pero profundizando en esta tesis y vinculándola con los orígenes de las PC’s, en la gran mayoría de los casos las mismas se originan por el efecto de parásitos que se aproximan al recto de quien los posee. Siempre he tenido la impresión de que al presi le encantan los parásitos, pero nunca esperé que le gustara tanto el efecto de la piquiña que estos le generan.

Como punto de partida, creo que estas hipótesis pueden contribuir a desmontar la idea de que la gestión por PC’s de nuestros gobernantes actuales están sustentadas en un plan de otro planeta. Se trata de lo mismo: el poder perpetuo. Y cada capricho, decisión absurda, incoherente, sinsentido, sinrazón, injusta; tiene tras de sí quebrantar moralmente al pueblo que le adversa. Mi sugerencia es que nos cuidemos porque la cosa se contagia, sobre todo compartiendo las mismas letrinas de la Asamblea Nacional, el Palacio de Justicia, Miraflores y los Ministerios Populares.

sábado, 13 de febrero de 2010

La neo-esclavitud del siglo XXI


Este gobierno nuestro, se empeña en ofrecernos el Maná del socialismo como punto culminante de la emancipación que nos conduzca a la condición suprema de una sociedad distinta, en la que ya no exista la triste lucha entre hombres, porque habrá para todos, porque habrá de todo.

Semejante discurso secularizador, como todo lo que seculariza, pide a cambio que nuestros pueblos soporten el parto de esta sociedad nueva, que confíen ciegamente en la conducción del salvador y que adopten su el marco de interpretación de la historia y del futuro; porque su verbo, tal cual palabra salvadora, todo lo contiene y todo lo puede. Pero en qué se traduce soportar el parto? En todo.

Primero en el plano de las interpretaciones es que la gente se exponga y comprenda ese marco de referencia según el cual, la historia comienza con la llegada de Chávez al poder en el año 1999. Rompe las anclas del pasado al tildarlo como una época oscura que no merece la pena recordar a menos que sea para denigrar nuestros orígenes. Y nótese que en lo cotidiano, a mis coetáneos nos cuesta recordar el pasado antes de Chávez y sólo nos quedamos con estos días más recientes como si efectivamente fuésemos un país que acaba de nacer. Ese es el primer indicio de la condición del esclavo nuevo: su historia es reciente porque eso es lo que le han contado. Valdría la pena entonces recordar los años antes de esta época oscura para el reencuentro con algo que ocurrió aquí.

Segundo, en el plano de la vida cotidiana, este es uno de los experimentos más sutiles, pero no menos brutales de cómo el gobierno se mete en los más mínimos aspectos de tu decisión cotidiana. Lo que se compra, lo que se ve, lo que se come, lo que se lee, a dónde se viaja, cuándo bañarse, cuando encender la tele, dónde y qué estudiar, dónde trabajar. Pero al mismo tiempo, se insiste que plantear disenso es un hereje que atenta contra el sueño supremo de un mundo mejor gracias a un supuesto socialismo que en ningún lado, valga decir, dejó un mundo mejor.

Terminamos siendo esclavos convencidos de que la salvación está en manos de este hombre y es allí donde incluso los que nos oponemos a esta condición de desgobierno, en muchos casos reflexionamos preocupados cómo será el país después de Chávez. Pues les informo que en primer lugar tendremos la posibilidad de ser un país y en adelante muchas cosas podrían ser posibles. La sola necesidad de pasar por esta trampa del pensamiento, nos dice cuan atrapados estamos. Qué decir para quienes comen de la mano de las casas de la alimentación, o que su trabajo está ligado directamente a los designios del gran aparato del estado. Tantas vidas atrapadas, dependiendo de ellos. Qué ofrecer como alternativa?

lunes, 25 de enero de 2010

Los peines de Chávez

Dice una de las tantas leyendas urbanas que lo ocurrido durante el intento de golpe de estado llamado el Carmonazo, le sirvió a Chávez para conocer así quiénes eran sus aliados incondicionales y los que no. Llevar aquello a una situación extrema en la que aparecía su anuncio de renuncia en boca del trisoleado incondicional fue el inicio de la trama. Al final, todos voltearon las cartas, la gente hizo sus pronunciamientos, los aplausos en Miraflores, las fotos, los videos y todo el material que La Hojilla ya tiene pidiendo perdón cada noche en VTV.

Amigos cercanos desestiman esta tesis porque la misma se sustenta en un supuesto que se les hace difícil digerir: que Chávez tiene su cerebrito para crear una que otra jugada política que le sale bien. Y ese parece ser el caso ahora mismo. Y parece también el caso el que nos peinen de nuevo y resbalemos como pendejos.

Qué interesante. Justo trataba de buscar en Google de dónde es que viene la frase y me consigo que al menos hoy, esta ha sido utilizada de anteojito desde diciembre pasado en puras referencias venezolanas. Eso dice mucho de lo que están advirtiendo muchos venezolanos ahora ante los acontecimientos políticos recientes.

Arrecha muchísimo ver que por segunda vez le jueguen sucio a RCTV y que se hayan hecho una ley para afectar la señal que parece había conseguido una salida muy circunstancial. Que expropien Éxito y que amenacen con no dejar piedra sobre piedra ningún comercio que “especule”. Que aparezca un ministro retando la voluntad de muchos venezolanos con un tonito desafiante y medio burlón. Pero tenemos que mantener nuestro pensamiento y energía en septiembre. Y esto no supone callar ni dejar que las cosas pasen por nuestro lado como si nada. Creo que cada peine hay que devolverlo, pero sin haber resbalado. Y en ese sentido, la creatividad con la cual esta vuelta se haga, sin perder el propósito de dejar claro al oponente que sabemos lo que quiere pero que somos inquebrantables en nuestro propósito mayor, es el deber mayor.

Se requiere de una disciplina emocional muy especial para no tratar de batear tantas “bombitas”. Pero vienen más.

Al final de la tarde de hoy, renuncia el vicepresiministropopulardedefensa y su esposa. Y ya empezaron las especulaciones. Justo lo que quieren. De pronto no está pasando nada. Hay que concentrarse. Todos los días hay que convencer, conquistar y hacer soñar de nuevo a cada chavista que se nos atraviese. Si quieres hacer algo, allí hay un reto para los días por venir.

sábado, 23 de enero de 2010

La marcha del 23


En la mañana le pregunté a un amigo si me acompañaría a la marcha que estaba siendo convocada por el llamado movimiento opositor. Mi amigo me devovió este mensaje a través del celular: “hice política durante mucho tiempo, que sean los barrios los que decidan qué quieren hacer con nosotros”. Me quedé ponchado.

Igual fui. Impresiones diversas, como la posibilidad de ver gente tan variada, el reencuentro con las calles, cosa que evitamos hacer en otro “formato” que nos permita recorrer las calles sintiéndonos seguros por ser tantos y por compartir al menos un deseo similar por que volvamos a tener una cosa más parecida a lo que era un país. Eso es sabroso.

Me puse a prueba. Llegaron los adecos como en aquellas viejas épocas pero con menos gente. Lo bueno: gente variopinta. Me les acerqué y pedí mi franela de Acción Democrática. La señora me la obsequió sorprendida, como sorprendidos se quedaron los muchos que conozco y que al saludarles se les veía el gesto de incomodidad por mi atuendo.

Aquí quería llegar. La gente sigue viendo a los partidos con cierto desprecio. Seguimos pagando las consecuencias de aquella campaña de principios de los 90 en la que los medios, el Congreso de la época y la sociedad toda se volcó en contra de los partidos y al quedarnos sin esas instancias; se manifestó el estamento militar ‘inconforme” con el sistema, se logró colar por la vía electoral y hoy estamos acá tratando de alejarnos de este despeñadero. Pero seguimos lejos de lograr una participación mayor en las estructuras políticas que le dan vida a la democracia.

Hoy lo dijo un compañero con excelente claridad: “esa cosa llamada la sociedad civil no nos va sacar de esto”. Y así lo creo. Hay que volver al partido y a diferencia de la propuesta del gobierno totalitario bajo el cual se nos desgobierna, no puede ser un partido único. Los múltiples colores caminado hacia un mismo destino son una buena metáfora de lo que deberíamos buscar.

Las marchas no tumban gobiernos (al menos a este gobierno), pero son como las fotos que nos permiten saber cómo estamos en un momento dado. Y sí, hubo gente para todo, como el país. Insito en la necesidad de que nos impliquemos más allá de estas vidas tan privadas que no nos han dejado ver nuestras posibilidades colectivas. Hay futuro.