domingo, 15 de agosto de 2010

Mudado...


Mi última entrada me devolvió a alguien de Twitter diciendo: Compañero, pare de sufrir: ¿por qué no te mudas si estás tan cansado de todo esto, del país?
Y le hice caso. Eso explica mi desaparición de estos espacios siderales. Estaba dedicado a lo doméstico que significa una mudanza en la ciudad de Caracas. Estuve construyendo un refugio para apertrecharme, domesticarme y entender que vivimos en una ciudad en la que si estás en la calle más allá de las 11 pm te conviertes en un ser bajo riesgo. Conducir angustia, caminar por las calles angustia. Ya tenemos identificados los puentes, las avenidas más peligrosas, los horarios de este toque de queda sin horario. La solución: por lo pronto Directv, mucha música, libros para leer, escribir, aprender de cocina para generar ahorros y mucha conversa con los amigos de siempre.
Amén de todo este preámbulo, mudarse es también una prueba para el cuerpo en los nuevos espacios. Te golpeas con lo poco que tienes, te obligas a reeducarte en estos nuevos ambientes. A buscar nuevas relaciones con los vecinos más recientes. Es necesario mudarse para poner a prueba esa plasticidad humana. Pero a diferencia de lo que me recomendaba el amigo del Twitter, no me fui del país. Seguro estoy que son otros los que deben irse antes (que no son además la gente buena y talentosa que no soportó el ex - país). Muchos son los que ya no viven acá y te das cuenta por sus declaraciones en prensa o en algún canal de noticias extranjero. Esos panas, sí que deberían mudarse, pero bien lejos.

1 comentario:

  1. Lo bueno es hace 11 años no había ni un mañandro. Si Izarra se muda y se acaban los choros yo le pago todo el flete

    ResponderEliminar